Funcionarios municipales se reunieron con el Obispo Ignacio Medina para coordinar el operativo integral que se desplegará el 8 de diciembre y analizar la situación social que atraviesa la comunidad.
El Municipio de Río Gallegos y el Obispado volvieron a consolidar una agenda de trabajo conjunta en vísperas de la 45° Peregrinación a la Virgen de Güer Aike, una de las manifestaciones de fe más importantes de la provincia. En ese marco, el jefe de Gabinete, Diego Robles, y la secretaria de Coordinación Ejecutiva, Claudia Picuntureo, mantuvieron este lunes una reunión con el Obispo Ignacio Medina, con el fin de ultimar detalles del operativo que acompañará a miles de fieles el próximo 8 de diciembre.
Durante el encuentro —realizado en el edificio del Obispado— se definieron las áreas municipales que serán afectadas por disposición del intendente Pablo Grasso, entre ellas Obras Viales, Tránsito, Protección Civil, Guardia Urbana, Saneamiento, Mantenimiento de Redes Pluviocloacales, Ornamentación y Bromatología, además de equipos de apoyo logístico que estarán distribuidos en distintos puntos del trayecto.
El operativo contará con trabajos de despeje, señalización, asistencia preventiva, puestos de hidratación, controles de seguridad y acompañamiento permanente a los peregrinos que caminarán hacia el santuario. Desde el Municipio destacaron que la coordinación con la Iglesia es fundamental para garantizar un evento ordenado, seguro y en condiciones que permitan la participación de toda la comunidad.
Además del abordaje operativo, la reunión fue propicia para tratar la delicada situación social y económica que atraviesan numerosos sectores de Río Gallegos y de la región. Tanto las autoridades municipales como el Obispo coincidieron en la necesidad de fortalecer acciones de acompañamiento, contención y presencia en territorio, especialmente ante el aumento de la demanda social.
El diálogo continuará durante los próximos días para ajustar los últimos detalles y asegurar que la peregrinación, que reúne a generaciones de santacruceños, se desarrolle con normalidad y en un clima de reflexión, fe y comunidad.
